Los últimos días de noviembre dejaron huella en nuestro coro con el fallecimiento de Luis Solaun, el dia 21 y el de Juanjo Gainza el dia 25.
LUIS SOLAUN fue largos años coralista del Biotz Alai, liderando su grupo de hermanos que hasta 4 llegaron a cantar en el coro. Luis era un tenor 1º, al igual que sus hermanos, que poseía una voz hermosísima, con una calidez fantástica y que le hacía ser el solista idóneo para todas aquellas canciones que requerían una afinación y colocación barbara de la voz. Hombre de una humanidad y bondad sin medida, dentro y fuera del coro, que le hizo ser siempre querido y respetado como un coralista ejemplar. También le caracterizaba su propensión a los despistes, equivocando el uniforme en las actuaciones o varias veces el lugar donde se celebraba el concierto o la boda, o el cambio de fecha de los mismos. Tenía una afición desmedida al coro y en una edad ya avanzada, le traía alguna de sus hijas al ensayo y luego Txikilin le llevaba a casa al terminar el mismo. Habría mil anécdotas para contar de él, pero lo que debe quedar para siempre es el recuerdo y el cariño con el que coralistas y coro recordarán siempre a nuestro querido LUIS.
JUANJO GAINZA en el año 1966 tomó la dirección del coro que había en la parroquia de San Nicolás, de Algorta, coro que había fundado su padre, D. Manuel Gainza, director de la Banda Municipal de Getxo y desde ese dia fue el alma mater y factótum de este nuestro Biotz Alai, que tanto le debe y que probablemente nunca hubiera sido lo que es y lo que fue sin Juanjo Gainza. Fue director desde el año 1966 hasta el 1988, en el que lo dejó por motivos de salud y le pasó la batuta a Javier Oyarzabal. Durante los 22 años de su dirección , el coro consolidó un repertorio, sobre todo de folklore vasco y de polifonía religiosa y un historial que le situó siempre como uno de los coros más importantes del país vasco y con una trascendencia internacional muy importante.
En el periodo que Javi Oyarzabal dirigió el coro, es decir hasta el 2008, Juanjo acudía todos los días a los ensayos y colaboraba con el director en todo cuanto le encomendaba de preparación de cuerdas, canciones nuevas, etc. Hasta su muerte fue el organista de la parroquia de San Nicolás y de forma totalmente desinteresada, cubría todas las actividades de la parroquia y dirigía un coro de mujeres para acompañar la liturgia y a un grupo de coralistas del Biotz Alai que atendían las misas dominicales, los funerales, etc. Con una abnegación y una dedicación bárbara, a pesar de todos los problemas que le ocasionaba su enfermedad, luchó y cumplió con sus compromisos hasta una semana antes de morir.
La historia del Biotz Alai y de la parroquia de San Nicolás de Algorta, nunca se podrán escribir sin dedicar un capítulo importante a JUANJO GAINZA. Eskerrik asko, Juanjo
Txema Batarrita
